Ruta de los Molinos del Río Odiel
Inicio:
Puente del Villar, carretera A-478: Enlace a la ubicación.
Longitud y dificultad:
11 Km de dificultad media.
Duración:
2:30 - 3 horas aprox.
Final:
Ermita de N.S. de Coronada: Enlace a la ubicación.
Descripción:
La ruta discurre por el municipio de Calañas. Partiendo desde el puente del Villar, situado en la A-478 entre Calañas y Zalamea la Real, finalizando en las inmediaciones de la ermita de Nuestra Señora de Coronada.
A lo largo del recorrido podremos observar diferentes elementos de nuestro patrimonio histórico y natural: antiguos molinos harineros movidos por el agua del río Odiel, diferentes puentes de arcos del Siglo XIX, el puente de los pilares del ferrocarril de Tinto-Santa Rosa, canaleos mineros y teleras de dos campos de cementación de mineral.
El trayecto discurre por la orilla del Río Odiel que presenta una gran riqueza de colores. A lo largo del recorrido pueden observarse varios de sus meandros, así como tramos completamente encajados en las rocas volcánicas.
Adorna el recorrido una excepcional belleza geológica, observándose con total claridad un pliegue geológico: el anticlinal de Migollas. También es resaltable la abundante vegetación autóctona de pinos, jaras y otras muchas especies entre las que destaca el brezo andevaleño (Erica andevalensis), que sólo crece en los terrenos ácidos característicos de la Faja Pirítica Ibérica.
La ruta finaliza en las inmediaciones de Sotiel Coronada, que también posee un rico patrimonio histórico en el que destacan las ermitas de Nuestra Señora de Coronada y de la Virgen de España.
Texto y fotografías del folleto: Juan Morales.
Nos acompaña el Odiel
Las aguas del Odiel presentan un intenso color verde y una acidez extrema. Este carácter ácido se debe a la presencia de Hierro en disolución, metal que ha ido tiñendo de rojo las rocas de sus orillas, que aparecen pulimentadas de tal forma que parece que les han dado un barniz. También los granos de arena van adquiriendo a lo largo del recorrido una pátina rojiza. El color verde se debe a la presencia de algas microscópicas que son capaces de soportar la acidez del río.
Cómo eran los molinos
Los molinos del Odiel son del tipo denominado "molino de rodezno". Las aguas entran al molino derivadas desde el río por un dique. La energía del agua es transmitida a unas aspas situadas en torno a un eje que gira con el impulso recibido y mueve las muelas de roca que molían el trigo. A lo largo de este recorrido pueden verse en el cauce varios de estos molinos, destacando los tres del Batán y el de Almendro Amargo.
Viejos ferrocarriles
Justo en el centro de la ruta aparecen a la izquierda unas altas columnas de mampostería atravesando el río. Se trata de los pilares de un puente ferroviario que comunicaba la mina de Tinto-Santa Rosa con el ferrocarril de El Buitrón, el tren de vía estrecha más antiguo de España.
Riqueza geológica
La ruta va atravesando diferentes materiales geológicos. Es fácilmente observable cuando el cauce cambia de material, ya que al atravesar pizarras el canal se presenta ancho, mientras que cuando atraviesa materiales volcánicos más resistentes el canal se estrecha. Antes de finalizar la ruta puede contemplarse a la izquierda un pliegue geológico: el anticlinal de Migollas. Se trata de un pliegue importante que vuelca los estratos poniéndolos "boca abajo" y así los encontraremos al llegar a Sotiel Coronada.
Vestigios mineros
En el tramo final de la rutase encuentran ricos elementos patrimoniales de la minería de finales del Siglo XIX y comienzos del XX. Entrando desde el norte encontraremos un campo de cementación natural en el que los portugueses y posteriormente los ingleses concentraban el cobre desde las piritas de baja ley que se extraían de la corta de Fraguas Viejas en Sotiel Coronada. De este proceso se conserva también un pequeño embalse al que iban a parar las aguas ricas en cobre que a partir de ahí eran conducidas hasta Las Viñas para allí precipitar el cobre.
La ruta continúa a través de un pinar siguiendo el canal de conducción de aguas cobrizas hasta llegar al citado paraje donde destaca un impresionante acueducto que atravesaba el valle de las Viñas hasta llevar las aguas a un sistema de canaleos donde hacían precipitar el cobre alrededor de chatarra de hierro. Estos canaleos presentan un perfecto estado de conservación.